Tuesday, April 13, 2021

una lengua en el infierno


Avui m'agradaria compartir amb tu quelcom que vaig descobrir per atzar el passat mes de desembre. Es tracta d'un article molt interessant de Salvador Santa Puche (1), doctor en filologia i investigador de la cultura sefardita a la Universitat de Múrcia.

Un article (2) que comença per presentar-nos a la comunitat sefardita d'abans de la II Guerra Mundial, la distribució geogràfica i l'ús del jueu-espanyol entre els membres d'una comunitat que, segons les estimacions, oscil·lava entre els 270 000 i les 450 000 persones. Una comunitat que, amb l'esclat de la II Guerra Mundial i la política de la Solució Final aplicada pels nazis, perdria en cinc anys gairebé el 90% per cent dels seus membres.

La part que he trobat més interessant de l'article és aquella que fa referència a l'univers lingüístic en els camps d'exterminació, on coincidien deportats d'arreu d'Europa.
(...) el uso de las lenguas que todos y cada uno de los deportados portaba consigo, la importancia del conocimiento que un hablante tenía no sólo de la suya propia sino de las lenguas ‘adyacentes’, es decir, la del resto de los presos y, sobre todo, la de los ‘verdugos’ (los SS alemanes, los colaboracionistas húngaros, ucranianos, etc.), era de vital importancia pues en ello se establecía una débil línea de separación entre la vida y la muerte (...) La necesidad y el instinto por la supervivencia obligaron a los deportados a una readaptación lingüística que, en muchos casos, permitía salvar la vida en mitad de cualquier situación (...).

(...) Los campos de concentración se convirtieron en un auténtico crisol de lenguas. Eran auténticas antesalas de la muerte donde el ser humano debía replantearse todo lo que había conocido hasta el momento de descender del tren (...) y otro tanto sucede con la lengua natal: debían adaptar su capacidad de aprendizaje a una multitud de nuevos vocablos producto de un desesperado intercambio de préstamos lingüísticos (...).

(...) el colectivo étnico más importante era el de los judíos, quienes a su vez se dividían en ashkenacíes (cuya principal lengua era el yiddish (...) con todas sus variantes dialectales eslavas u occidentales .... cuantitativamente más importante) y sefardíes (cuya lengua era el judeo-español o lengua sefardí, incluidas las diferencias dialectales del sur de los Balcanes y Turquía (...) Junto a los judíos se encontraban los prisioneros rusos, los presos políticos de Alemania, Polonia, Francia, Austria y otros; los gitanos, los colectivos sociales ‘deshechables’ como los presos comunes, los homosexuales, los testigos de Jehová, los disminuidos físicos y mentales; e incluso, presos republicanos españoles (...). Cada uno de estos colectivos era portador de su lengua y en muchos casos los hablantes debieron aprender a reutilizar su lengua, a ampliar sus conceptos con otros nuevos e inicialmente ajenos, o bien, a recurrir a una serie de préstamos lingüísticos casuales pues tan solamente eran válidos en aquel universo de muerte y destrucción.
Ho deixo aquí per ara. No tinc per objectiu reproduir l'article de Salvador Santa, sinó recomanar-te que el llegeixis perquè crec que paga la pena. Deixa'm però afegir una cosa abans de plegar: l'autor d'aquest article també ho és del projecte d'una obra de 4 volums que té per objectiu mostrar la repercussió que l'Holocaust va tenir en el món jueu-espanyol mitjançant testimonis de supervivents dels camps d'exterminació (3).


  1. Salvador Santa Puche: Wikipedia || Alex Delegido: Salva Santa trabajará en China pero no dejará de ser concejal en Yecla, Siete Días Yecla, 25.06.2018 
  2. Salvador Santa Puche: Una lengua en el infierno: el judeo-español en los campos de exterminio. Revista de estudios filológicos, Universidad de Murcia, n°5, Abril 2003
  3. Salvador Santa Puche: Libro de los Testimonios: Los sefardíes y el Holocausto (Vol. I), Sephardi Federation of Palm Beach County. Barcelona. 2003. ISBN-10: 8460787974, ISBN-13: 978-8460787976

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